Uno.
"Cajas de cartón, tablones podridos, armazones de coche oxidados y sin cristales se habían agrupado para componer moradas". (Michael Thelwel, 1980)
Dos.
Tijuana, contradicción, Tijuana, definida como translocalidad. City de interacción, consola a consola, loop tras loop: jóvenes y ancianos, machos y mujeres, niños y asesinos, químicos y bandidos, crews y solitarios: espectro de relaciones configuradas marginalmente en la conciencia social, económica, simbólica e industrial. Ciudad de límites y transgresiones, a la vez territorial y deslocalizada; clandestinidad articulada por la fragmentación fronteriza.
La ciudad es arena de luchas de clase e ideológicas; refleja la condición humana en sus propias construcciones, entre la majestuosidad, la miseria y la improvisación, es un complejo pastiche donde se trata de dar cabida a todos, a los turistas, a los polleros, a los migrantes, a los nativos, a toda esa población flotante que busca su propia definición en el ir y venir, en el construirse entre una ciudad y otra, cruzando a diario la frontera, sobre itinerarios personales, imaginados y construidos bajo sus propias necesidades y condiciones: los commuters o transmigrantes.
Tres.
En la ciudad de Tijuana el cruce diario por la garita de San Ysidro es constante, de seis y media a diez de la mañana: 290 carros por carril, 19 puertas abiertas, un tiempo estimado de 170 minutos, con un cruce fluido de 15 minutos por la línea Sentri y un cruce peatonal de 750 personas.
* Slum o ciudad hiperdegradada, nos remonta a la imagen de la ciudad construida bajo una lógica de improvisación y carencia; al margen de la planeación urbana y los servicios públicos básicos. También Richmond (1994) ha encontrado en el término aparthood características del slum, como la segregación, sobrevivencia, subordinación y control social.