El voto latino por Bustamante
En general, las elecciones intermedias de Estados Unidos representaron buenas noticias para México y para sus trabajadores migratorios en ese país, gracias al nutrido voto de los llamados "latinos" que votaron en un 73 por ciento de su total de votantes a favor de los candidatos del Partido Demócrata. Sin embargo, la victoria de estos candidatos no representa la victoria de las tesis opuestas, particularmente en el tema de la inmigración. Roberto Suro del Pew Hispanic Center y uno de los analistas mejor informados de las cuestiones que afectan a la comunidad de inmigrantes y a los latinos en particular, resumió su interpretación de las elecciones diciendo: "falta un trecho muy largo para obtener lo deseado". Algunos de los recién electos del Partido Demócrata, como Claire A. McCaskill de Missouri y Jim Webb de Virginia, en el Senado, hicieron
campaña prometiendo un apoyo a las restricciones a la inmigración indocumentada. Lo cierto es que el tema de la inmigración, a pesar del nivel de demonización que hicieron de él desde el Partido Republicano, no fue el tema que provocó la derrota de sus candidatos. Este fue, en primer lugar, el tema de la corrupción, con referencia a los escándalos sobre la compra de influencias de "lobbistas" o cabilderos -como el del caso Jack Abramoff- sobre el liderazgo republicano en ambas Cámaras legislativas, incluyendo la acusación de complacencia respecto a casos de pederastia con los jovencitos que trabajan de asistentes en el Congreso de allá, como de lo que se acusa al congresista Foley. Aún en el caso del "voto latino", el tema de la inmigración apenas superó el 51 por ciento como el tema principal en su decisión sobre que partido votar. Los temas principales entre los latinos fueron: la educación, la economía, el empleo y la guerra en Iraq. Entre todos los encuestados a la salida de las casillas, sólo el 9 por ciento puso a la inmigración En la interpretación del papel de los latinos en los resultados electorales se debe tomar en primer lugar cuenta que votaron sólo los que contaban con la ciudadanía estadounidense. Esto excluyó a todos los indocumentados y a los que, aún siendo elegibles, no se
registraron para votar. Los latinos ya ciudadanos tienden a ser mayores que los que aún no lo son, de mayores niveles de ingreso y de escolaridad, más asimilados a los valores y a la cultura de Estados Unidos y más cercanos en sus preferencias políticas a las de las mayorías dominantes en Estados Unidos. Por lo tanto, no representan el sentimiento ni las preferencias políticas de todos los mexicanos que residen de manera permanente en Estados Unidos. Esto tiene relevancia en la evolución -sobre todo a partir del dato de que la gran mayoría de esos ciudadanos latinos fueron antes indocumentados- que ha tenido el "voto latino" en las últimas elecciones y lo que será en las elecciones presidenciales del 2008.
Cuando se comparan los datos electorales de la elección presidencial de 2004 con las del pasado 7 de noviembre, se puede ver que el 55 por ciento de los "latinos" o "hispanos" votaron en 2004 por los candidatos del Partido Demócrata, y un 42 por ciento votaron por los del Partido Republicano; en cambio, en estas últimas elecciones, el 73 por ciento de los latinos votaron por candidatos del Partido Demócrata y sólo el 26 por ciento votó por los del Partido Republicano. La diferencia en favor de los "demócratas" es mucho mayor cuando se comparan las cifras de las anteriores elecciones intermedias con las del pasado 7 de noviembre.
Los datos electorales ayudan a entender los cambios de orientación en la política migratoria del país vecino y de la conducta de algunos políticos "republicanos", por ejemplo, la del gobernador Schwarzenegger, que de pronto le entró el amor por visitar a México y a sus gobernantes, después de varios años de indiferencia y de varios gestos de desprecio a los mexicanos que incluyeron dejar plantados a gobernadores mexicanos y alentar a los "minuteman" que hostigan a los mexicanos en la frontera -además de vetar la legislación que aprobaba la expedición de licencias para conducir a los indocumentados en California. Esos datos electorales no sólo explican los cambios en la política y en los políticos de allá, sino que deberían ser cuidadosamente estudiados por nuestros políticos de acá, pues indican claramente que la tendencia creciente de la importancia del "voto latino" tendrá efectos no sólo allá, sino en el país de donde provienen y a donde mandan más de 20 mil millones de dólares en remesas cada año.