Cumbre de migrantes
Cumbre de Migrantes clama derechos
Se reúnen en Morelia para forjar alianzas en busca de mayor poder
Gardenia Mendoza Aguilar
Corresponsal de La Opinión
11 de mayo de 2007
MORELIA, Michoacán, México.— Un minuto de silencio por todas las personas que murieron en el intento por cruzar fronteras en busca de pan y horizontes. Y después rompieron los aplausos que acallaron los organizadores con un coro unísono: "Queda inaugurada la Primera Cumbre de Migrantes Latinoamericanos".
"Buscamos alianzas para crear una punta de lanza que nos inserte cada vez más en la política, la economía, la cultura del país de origen y el de adopción", afirma José Antonio Arreola, coordinador del Movimiento por los Derechos de los Migrantes en Illinois. "Compartiremos experiencias para hacer un gran frente".
Desde este jueves 700 líderes migrantes y sus comitivas acudieron optimistas a Morelia, capital de uno de los estados con mayor número personas en Estados Unidos en proporción de su territorio —alrededor de dos millones que envían remesas por 2,500 millones de dólares anuales— para participar en la cumbre que durará hasta el próximo domingo.
Entre los temas de discusión se encuentran los derechos humanos, la integración, las leyes, la economía rural y desarrollo local, identidad, cultura, medio ambiente y desafíos de la frontera.
Con todo ello, "nuestra intención es demandar a los funcionarios que asuman la responsabilidad que les corresponde en el fenómeno de la migración, los migrantes queremos jugar ese papel de la mejor manera posible", arremetió Óscar Chacón, director ejecutivo de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (NALACC, por sus siglas en inglés), quien fue el único orador migrante en el evento inaugural.
"Nos vemos como un germen social en la tarea de vigorizar la democracia en los países de destino y origen", añadió.
El reclamo fue avalado por Arnold Peral, director del Programa de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México (PNUD) durante su intervención en la inauguración: "Los migrantes tienen derecho a exigir el respeto de sus derechos sociales, cívicos y políticos".
Chacón puso el dedo en la herida de las violaciones de derechos humanos en los países que son destino y tránsito de flujos migratorios: "A pesar de que somos más de 200 millones de personas (que han salido de sus lugares de origen), 30 millones de este continente, las leyes son injustas y obsoletas".
Una ovación cundió en el centro de convenciones. No así durante la intervención del gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, quien se ganó rechiflas de inconformidad cuando dijo que no estaban cruzados de brazos en las políticas económicas del presidente de México, Felipe Calderón, para generar empleo y evitar que continúe la expulsión de mano de obra.
En esa misma línea política respondió a los migrantes la canciller mexicana Patricia Espinosa. "En el gobierno requerimos la creación de las condiciones necesarias para que las personas puedan quedarse en su tierra, con su familia y su gente".
Reconoció que al gobierno le hace falta escuchar y defender más a los paisanos, para ello, anunció la eminente creación de una dirección al interior de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que atienda los casos de violaciones de derechos de los connacionales en el extranjero.
Espinosa dedicó gran parte de su discurso a reconocer la labor de las mujeres migrantes, en el marco de los festejos del 10 de mayo, Día de las Madres.
"Su participación en eventos como éste ayudará a una mejor comprensión del fenómeno migratorio y subrayará la importancia de la reunificación familiar como elemento clave para abordar el tema migratorio", abundó la funcionaria.
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas, fue más crítico en su postura y aceptó la hipocresía de las autoridades ante el fenómeno migratorio: "En una dinámica perversa parece que alentamos a los migrantes a que cada año envíen una mayor cantidad de remesas a sus comunidades de origen".
Y agregó tajante: "Eso es una puerta falsa, un espejismo que se ha utilizado como pretexto para dejar de asumir nuestras responsabilidades como país respecto a este éxodo masivo".
Cada año, los 11 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos envían remesas por cerca de 25,000 millones de dólares, casi el 4% del Producto Interno Bruto. Un magro capital si se compara con la riqueza que los migrantes generan en el exterior que, según los cálculos del mandatario michoacano, es 10 veces superior al monto que ingresa a nuestro país.
Martha Sámano, representante de la Cámara de Comercio Hispano (USHCC) en Los Ángeles, California, originaria de Michoacán, consideró en entrevista posterior al evento que si la cumbre logra canalizar las experiencias positivas de todos los migrantes y se les permite mayor participación, los migrantes podrían impulsar de manera más eficiente que el gobierno la creación de empleos.
"Desde hace dos años estoy haciendo con inversionistas un desarrollo de vivienda en mi comunidad para que, como yo, los mexicanos en Estados Unidos vengan a invertir aquí en México en fábricas, en centros comerciales para que no le estemos dando esos negocios a centroamericanos, asiáticos y de otros países", revela Sámano.
En la política, consideran los paisanos que también tienen mucho que aportar. Rubén Chávez, presidente de la Federación de Clubes Michoacanos, adelanta que su organización está impulsando insistentemente el que se les permita ser votados en el exterior —como en el caso de Zacatecas—. Quieren ser presidentes municipales, diputados, senadores…
"¿Y por qué no?", pregunta Sámano. "Se trata esta Primera Cumbre de que se sepa que tenemos ganas de ser alguien aquí y allá porque estamos preparados para el poder. Y lo merecemos".